Es un dióxido de silicio de la familia de los cuarzos. Su coloración se debe al manganeso que contiene y la misma va desde el rosado pálido hasta el rosado fuerte.
Es la piedra más importante para el corazón, infunde la energía del verdadero amor por sí mismo y por los demás, y es tránsito obligado para acceder a la autorealización, la paz interior y la felicidad.
El cuarzo rosa extrae suavemente la energía negativa y la reemplaza por vibraciones amorosas.
El meditar con una de ellas nos hace mas receptivos a la belleza y a la armonía inherente a la
naturaleza. Estimula nuestra inspiración creativa y nos alerta a la belleza en todas sus manifestaciones. Calma nuestras emociones y nos ayuda a encontrar la paz y la armonía interna.
Nos ayuda a sanar los conflictos basados en experiencias negativas de nuestra niñez y a sentirnos amados.
Antiguamente fue asociado con Venus, diosa de la belleza y el amor.